domingo, 23 de mayo de 2010

DiVersos


El mundo es un espectáculo innoble.


......................................

Los hombres tropezándose en caminos de paja o asfalto.


......................................

La celebración de la Fortuna de tiempo.


.......................................

Despierta con las hebras finas y sedosas que eran consuelo del anterior desierto.


.......................................

Los sueños no son compartidos.


.......................................

Moradas imaginadas, vacíos sueños.


.......................................

Tejido de memoria y palabra, alma.


.......................................

Acabose la cosecha y recógense las cañas quemadas por el frío.


Narraciones ficticias 20




DICIEMBRE VOLADO




Hay mañanas de diciembre que no son del presente. Mañanas de niebla que acarrean mugidos de toros, escuchados a través de la inexistente puerta de un pabellón que se alumbra de lumbre y pereza.


Mañanas de niebla, cuya luz tibia huele a cándil o yesca de encina, donde el viento brama por el calado de los ladrillos, y será el viento o serán los toros.


Hay mañanas de tímida y tibia luz de un día perezoso y enredado en nieblas, o en presente de suaves lecturas o suaves murmullos de conversaciones quedas de pasajeros hacia el barullo.


Mañanas de denso trasiego que deshace la niebla y convierte la luz tímida, tibia, delicada; la luz que no quiere molestar ni a los ojos ni a la cara. Que deshace la luz que acuna los pensamientos mínimos o que incluso retiene la mínima lágrima. Deshace la luz en el desparramo salvaje del mugido del viento o de los toros, en el pabellón sin puertas, donde se alimenta una lumbre de yesca húmeda y un bramido de diciembre volado.